Más allá del arco iris, yo estoy loca

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cuando la soledad habla.

Si tan solo miras el cielo y las lágrimas van cayendo. Si lo único que te abraza en el momento en la brisa de la noche. Estás sola. Completamente sola. No, está la soledad acompañándote. Una noche más está con vos. La soledad es tu única amiga. Llorás pero ya ni eso te hace bien. No te sentís vacia pero mucho menos llena.

No le siento placer a la vida, aunque de día muestro el otro lado. No tenés el mismo entusiasmo y la sonrisa en forsoza. Ya ni podés mirar fijamente porque en tus ojos delatan la grieta que hay en tu vida. ¿Hace cuánto dejaste de valorizar tu vida? ¿O... Nunca la valorizaste? Te quitaron los sueños y las últimas ganas que tenías de pelear por ellos. Tenés el cuerpo cansado y sentís que un alfiler puede ganarte.

Nada te llena, nada te satisface. Nada te da alegría ni tristeza. Todo es decepción y angustía. ¿Sentís cómo te oprime el pecho? Es una estaca más que acaban de clavarte. Sos el blanco facil a destruir. Ya esquivaste muchas pero ahora no sentís ni que te traspacen. Sólo se escucha el eco que hay dentro tuyo. Se escucha de lejos a la soledad. Una vez más ella está. Se queda a vivir con vos.


¿Algo cambió? No, y no cambiará.