Más allá del arco iris, yo estoy loca

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Sentirse libre para poder sentir


Un viaje interminable. Uno que dure la eternidad misma que relaje el alma. Aquella que te hace conectar con tu ser más íntimo y crea un espacio mágico de soledad y paz. Aguas tranquilas que limpien tu corazón y borren los dolores ocasionados por la sociedad.

Necesitamos un mundo mejor, un mundo más verde que ayer. El viento que limpie los pensamientos de tu cabeza. El canto del silencio te haga flotar entre nubes de algodón. No más mares de lágrimas, no más sufrimiento. Buscar un mundo lejano de todo, si es posible irreal para el humano, real para mi. Galopar entre montañas y cerrar los ojos para sentir la naturaleza misma.

Si pudiera, viajaría la vida entera. Buscando los rincones del corazón del mundo. Cada centímetro estaría ahí. Mi mundo real es ese, el viento que baila en mi pelo cuando viajo. La paz interior la encuentro en cada lugar del mundo que me conecte con la naturaleza. Está al alcance de todos, está en nuestras manos. Volar con el espíritu venturero es el que alimenta mi corazón, mis ganas de vivir y de amar.

Hasta siempre, Salta. Gracias.